¿Por qué practicar movimiento?

Hace una semana estuve exponiendo en qué consiste el Movimiento y su práctica. Escribí sobre cómo esta nueva forma de entender y relacionarnos con la actividad física propone una enfoque holístico que combina la ciencia, el arte y la filosofía en una búsqueda por conocernos, conectar y crecer.

Hoy compartiré algunas razones que me llevan a practicar Movimiento, revelando al final la razón más importante. Te invito a que nos sumerjamos en los beneficios de la práctica de Movimiento y cómo cambiar el enfoque contemporáneo a esta perspectiva puede revolucionar en el desarrollo de aquellos que se atrevan iniciar este viaje.

Empecemos.

 

Introducción

Como humanos todo lo que hacemos es movimiento. 
Desde el día en que nacemos hasta el día en que morimos, confiamos en el movimiento constante del aire dentro y fuera de nuestros pulmones, el movimiento constante de la sangre a través de las venas y las arterias, y el movimiento de los potenciales de acción a través de nuestro sistema nervioso.
No hay opción de elegir si movernos o no, pero sí que tenemos la oportunidad de ser conscientes y escoger cómo lo hacemos.

Con este contexto, puedes empezar a ver la diferencia entre y el Movimiento y otras perspectivas más limitadas cómo el fitness o el deporte (desgraciadamente enfoques que actualmente definen lo que “debemos hacer” para “movernos”).

En pocas palabras, mientras que la perspectiva actual de la actividad física aboga por una visión especifista y mecanicista del movimiento humano (incluso con sesgos de confirmación avalados por estudios científicos), la práctica de Movimiento fomenta el desarrollo de aspectos tanto físico como mentales que buscan la versatilidad, la adaptabilidad y la creatividad del Ser en pos de su autoconocimiento.
Es decir; hablamos de una visión generalista e integral.

 

Una visión generalista e integral

Desde la época del Renacimiento, cuando los polifacéticos (generalistas) como Leonardo Da Vinci florecieron, ha existido un intenso debate sobre las ventajas y desventajas de los generalistas (persona que domina un amplio campo de conocimientos) y especialistas (persona que cultiva o practica una sola rama determinada de un arte o ciencia).
Dada la creciente visión capitalista que aboga constantemente por la productividad, el progreso y la eficiencia; la perspectiva que defiende a los especialistas ha cogido mucha fuerza, infravalorando a los generalistas: “aprendiz de todo y experto en nada”.

Creo que la forma en que se observan estos dos conceptos (especialista y generalista) está muy sesgada, consecuencia de la revolución industrial y el pensamiento político-social del capitalismo contemporáneo, y debería ser reconsiderada antes de sentenciar nuestro sistema de creencias. Es cierto que el especialista puede profundizar en aquello en lo que se centra, pero esto fomenta una visión rígida, limitada y poco creativa.
Por otro lado, un generalista quizá no puede profundizar tan “rápido” en cada una de las ramas en las que explora, pero con cierta constancia e inteligencia encuentra las formas de poder vincular cada uno de esos conocimientos para encontrar nuevos caminos, a veces incluso más profundos que el especialista. Si más no, diferentes; más abiertos y llenos de posibilidades.

Tanto la ciencia como el arte se nutren de poder vincular unos conocimientos con otros. Así es como surgen nuevas historias, nuevas expresiones e investigaciones que rompen con el camino establecido para coger otra dirección.
Leonardo Da Vinci fue grande debido a su capacidad para vincular conocimientos de diferentes disciplinas, lo que le permitió abordar problemas y crear obras innovadoras en arte, ciencia e ingeniería. Hoy se le considera un genio por encontrar conexiones entre diferentes ideas, creando su peculiar visión amplia e innovadora.

Durante mucho tiempo, la ciencia de la actividad física ha defendido la especificidad, derivando en una serie de problemas que muchos hoy tienen que enfrentar. Al enfocarse únicamente en una disciplina o movimiento repetitivo, se corre el riesgo de desarrollar desequilibrios musculares, lesiones crónicas y limitaciones en la adaptabilidad del cuerpo. Se pierden aquellos recursos y habilidades que nos capacitan para dar respuestas a las distintas situaciones a las que nos exponemos. En definitiva, nos convertimos en algo rígido, limitado y poco creativo.

Con esto no quisiera hacer apología en contra de perspectiva actual de la actividad física. La ciencia es una herramienta muy útil para muchos procesos, que además ha demostrado tener mucha eficiencia a lo largo de la historia. Sin embargo, creo que es importante ser consciente de los límites que ésta pueda tener y cómo influye en el desarrollo del ser; a corto, medio y largo plazo. El trabajo con la actividad física debe ir más allá que pasar toda la vida realizando trabajo sólo de fuerza y/o movilidad u orientados a un deporte específico. Esos trabajos son una herramienta de la práctica, pero no son la práctica al completo. Si bien es cierto que nos aportará una serie de beneficios, estos solo serán en una dirección; por lo que se perderán muchos otros beneficios y posibilidad de crecimiento que no se tendrán en cuenta. Y no solo se perderán, sino que además nos pueden llevar a un decrecimiento en las áreas que no se trabajan, afectando a todo nuestro sistema. Todo aquello que no se usa, se desecha. Aunque un trabajo de fuerza y movilidad sea muy amplio, abarcando todos los patrones que tiene el humano; esto quedará pobre ante el potencial del ser.

La variedad de movimientos y estímulos en el entrenamiento puede mejorar la salud articular, muscular y ósea, así como promover un mayor equilibrio y coordinación. Además, una visión generalista permite desarrollar habilidades transferibles a diferentes contextos y situaciones, aumentando la versatilidad y el rendimiento global del individuo. Al igual que Da Vinci encontraba la forma de vincular entre diferentes disciplinas, en la práctica del Movimiento es importante tener una visión amplia que explore distintas situaciones (modalidades, disciplinas, etc) y las conexiones entre sí para desarrollar un enfoque holístico e integral. Solo así podemos fomentar con la práctica de Movimiento el desarrollo de, como dice Mario Alonso Puig, las tres dimensiones del ser humano: cuerpo, mente y espíritu.

 

Cuerpo, mente y espíritu

DESARROLLO CORPORAL

La práctica del Movimiento pone énfasis, o debería, en la mejora de todas nuestras capacidades. A diferencia del entrenamiento tradicional que se centra en áreas específicas del fitness, este enfoque promueve un entendimiento más profundo y respetuoso del cuerpo. Se valora la adaptabilidad y la funcionalidad, inspirándose en diversas disciplinas como la gimnasia, las artes marciales y la danza.

Algunos de los beneficios que he podido experimentar en mí, y que empiezo a ver a mis alumnos son:

– Versatilidad Corporal: Al involucrar el cuerpo en una amplia gama de movimientos, se desarrolla una mayor adaptabilidad y se reduce el riesgo de lesiones relacionadas con movimientos repetitivos.
– Funcionalidad en la vida Diaria: Los movimientos practicados son más transferibles a las actividades cotidianas, mejorando la capacidad para realizar tareas diarias con mayor eficacia y menos esfuerzo.
– Salud Mental y Bienestar: La variedad y la naturaleza menos estructurada de la práctica de movimiento pueden contribuir a una mayor satisfacción y disfrute, lo que a su vez beneficia la salud mental.
– Prevención de Lesiones: Al no centrarse excesivamente en un grupo de músculos o en un tipo de movimiento, se minimiza el riesgo de lesiones por sobreuso.
– Accesibilidad: No requiere de equipamiento especializado ni de instalaciones específicas, haciéndola más accesible para una amplia gama de personas.
– Equilibrio y Coordinación: La práctica de movimiento fomenta el desarrollo de habilidades motoras como el equilibrio y la coordinación, fundamentales en todas las etapas de la vida.
– Longevidad y Sostenibilidad: Al ser menos intensa y más diversa, la práctica de movimiento puede ser mantenida durante toda la vida, contribuyendo a una mejor calidad de vida en la vejez.

DESARROLLO MENTAL

El Movimiento va más allá de lo físico para fortalecer la mente. La práctica consciente y deliberada mejora la concentración, la paciencia y la resiliencia. Al enfrentar desafíos físicos complejos, los practicantes desarrollan también la fortaleza mental y la capacidad para manejar el estrés y la ansiedad. La naturaleza meditativa de muchos ejercicios promueve una mente más tranquila y enfocada, beneficiando todas las áreas de la vida.

– Reducción del Estrés y la Ansiedad: El movimiento físico puede ser una forma efectiva de manejar el estrés y la ansiedad. Y no solo por promover la liberación de endorfinas, conocidas como las “hormonas de la felicidad”, que mejoran el estado de ánimo; sino por todas las herramientas de gestión emocional que invita a desarrollar en la misma práctica.
– Mejora de la Concentración y la Claridad Mental:
La actividad física regular aumenta la agudeza mental y mejorar la concentración, gracias a la mejora en la circulación sanguínea y el oxígeno al cerebro.
– Aumento de la Autoestima y la Confianza:
Al lograr metas de movimiento y mejorar la habilidad física, se puede experimentar un aumento en la autoestima y la confianza en uno mismo. Además, algunas prácticas como los patrones de lucha hace aflorar algunas capacidades y poder que creias que no tenias.
– Estimulación de la Creatividad: La variedad y la naturaleza exploratoria de la práctica de movimiento estimula la creatividad, tanto durante la actividad física como en otros aspectos de la vida.
– Fomento de la Conexión Mente-Cuerpo: La práctica de movimiento consciente ayuda a desarrollar una mayor conciencia y conexión con el propio cuerpo, lo cual es beneficioso para la salud mental y emocional.

DESARROLLO ESPIRITUAL

Como dije al principio, el motivo que más peso tiene en mí en la práctica es el autoconocimiento. El desarrollo de mi Ser, de mi espíritu. Y es que la práctica del Movimiento invita a una exploración más profunda del yo. Al integrar cuerpo y mente, se experimenta una sensación de unidad y propósito. Esta conexión interna fomenta la autoconciencia y la introspección, conduciendo a un mayor bienestar emocional y espiritual. La práctica regular puede convertirse en una forma de meditación en movimiento, donde la acción física se convierte en un vehículo para alcanzar estados de mayor conciencia y conexión espiritual.

Los beneficios espirituales de la práctica de movimiento son profundos y variados, e incluyen:

– Conexión con el Presente: La práctica de movimiento, especialmente cuando se realiza de manera consciente, puede fomentar un estado de atención plena, ayudando a centrarse en el momento presente y a desconectarse de las preocupaciones diarias.
– Aumento de la Conciencia Corporal: Al estar en sintonía con los movimientos y respuestas del cuerpo, se puede desarrollar una mayor conciencia corporal, lo que a menudo se traduce en una conexión más profunda con el ser interior.
– Fomento de la Paz Interior: El movimiento puede ser una forma de meditación en movimiento, ofreciendo una vía para encontrar tranquilidad y paz interior, incluso en medio de la agitación de la vida cotidiana.
– Desarrollo de la Gratitud y la Apreciación: Al experimentar lo que el cuerpo es capaz de hacer, se puede fomentar un sentido de gratitud y apreciación por las capacidades y el bienestar físico.
– Mejora de la Conexión con el entorno: La práctica de movimiento anos hace conscientes de la relación con lo que nos rodea, y nos ofrece la posibilidad de sanarla y crecer.
 Fortalecimiento de la Resiliencia Espiritual: Al superar desafíos físicos y alcanzar nuevas metas en la práctica de movimiento, se puede fortalecer la resiliencia espiritual y la capacidad de enfrentar dificultades en otros aspectos de la vida.
 Fomento de la Comunidad y la Conexión Social: Participar en actividades de movimiento grupal puede crear un sentido de comunidad y pertenencia, nutriendo el espíritu a través de la conexión social.
– Desarrollo de la Disciplina y el Compromiso Espiritual: La dedicación regular a la práctica de movimiento puede ser una forma de disciplina espiritual, ayudando a desarrollar la persistencia, el compromiso y la dedicación en la búsqueda del crecimiento personal.

 

Conclusión: un camino hacia la plenitud

La práctica del Movimiento representa una poderosa herramienta para el desarrollo holístico. Al abordar simultáneamente el bienestar físico, mental y espiritual, proporciona un camino integral para mejorar la calidad de vida. En un mundo donde el ajetreo y la desconexión son comunes, esta práctica ofrece un refugio y un medio para re-conectar con nosotros mismos y con nuestro entorno de manera más significativa y saludable.

Un aspecto que creo importante es que aquel camino que andamos cumpla con parte de los deseos más profundos del ser humano. Y esto pasa por conocernos y desarrollarnos, no se limita a dar pasos sin más. Eso es lo que, para mí, fomenta la práctica de Movimiento.

Disfruta de tu práctica y sonríe.

Muchas gracias,

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